agosto 08, 2006
Los delirios militares de Oriente Próximo.
La paradoja de la actual violencia en Israel, Gaza y Líbano es que la salida para el conflicto palestino-israelí no es difícil de ver. La gran mayoría de los israelíes y los palestinos se muestran partidarios de una solución de dos Estados que básicamente mantengan las fronteras anteriores a 1967. Los principales países árabes, incluso Egipto y Arabia Saudi, comparten dicha opinión. El problema no radica en ver el fin, sino llegar a él, porque minorías poderosas y violentas de ambos bandos se oponen a la solución respaldada por la mayoría. Puede que hasta tres cuartas partes de los israelíes y de los palestinos estén ansiosas de paz y de acuerdo, mientras que una cuarta parte de cada bando –a menudo movida por un celo religioso extremo- desea una victoria total sobre el otro. Los palestinos radicales quieren destruir a Israel, mientras que los israelíes radicales exigen el control de toda Cisjordania. Cuando la paz parece cercana, los extremistas de uno u otro bando provocan un estallido para desbaratarla, y hacen que los moderados parezcan débiles, ingenuos e idealistas.
En un entorno tan letal como éste, los detalles y el simbolismo de un posible acuerdo están abocados a adquirir una importancia enorme. Israelíes y palestinos estuvieron a punto de alcanzar un acuerdo de “tierra a cambio de paz” en el contexto del proceso de paz de Oslo. Ambos respaldaron algo parecido a las fronteras anteriores a 1967, pero el acuerdo no llegó a alcanzarse, y cada parte acusó de intransigencia a la otra en uno u otro punto. Ese acuerdo puede alcanzarse ahora, pero evitando el debate inútil sobre quien ha bloqueado la paz en el pasado. Una idea del teórico Tom Schelling, premio Nobel de Economía, resulta especialmente válida en este contexto. Schelling determinó la importancia práctica allá de establecer un “punto focal” de negociación como forma de que los negociadores a punto de alcanzar un acuerdo avancen. Las fronteras anteriores a 1967, ampliamente reconocidas en numerosas resoluciones de Naciones Unidas, son un punto focal inevitable en el conflicto palestino-israelí. Ambos bandos deberían en principio aceptar las fronteras anteriores a 1967, y después intercambiar pequeños trozos de tierra y definiciones de control (sobre todo en lo tocante a Jerusalén) mediante desvíos ligeros y mutuamente convenientes de las fronteras de 1967.
La tragedia hoy en día es que estamos apartando de este posible acuerdo. Israel está con razón indignado por el secuestro de sus soldados a manos de insurrectos respaldados por Hamás en Gaza y por fuerzas de Hezbolá en el sur de Líbano, pero su respuesta masiva y desproporcionada le hace el juego a los extremistas. Y Estados Unidos tampoco está desempeñando una función estabilizadora. También está favoreciendo las intenciones de los extremistas al luchar contra el terrorismo con medios militares y no políticos. Al igual que en Irak fue una respuesta equivocada a la amenaza de Al Qaeda, la luz verde dada por el gobierno de Bush a los ataques militares de Israel contra Gaza y Líbano no ofrece una solución real. Estados Unidos y otras partes poderosas ajenas al conflicto deberían esta presionando a amos bandos para que acepten la solución del punto focal, en lugar de sentarse de brazos cruzados mientras la violencia se descontrola.
La ideología más poderosa del mundo actual es la autodeterminación. Mientras no haya un Estado palestino y un Irak libre de la ocupación estadounidense, los extremistas islámicos seguirán ganando adeptos. Las represalias militares inflarán aún más sus filas, y mientras no se solucionen los agravios políticos, la expansión de la democracia no cambiará esa ecuación, porque los extremistas ganarán en las urnas. En resumen, debería lucharse contra amenazas terroristas concretas mediante operaciones contraterroristas con blancos precisos, y los moderados deberían debilitar el extremismo con políticas de transigencia y no con los delirios de victoria militar, falsos y peligrosos.
Jeffrey Sachs es profesor de economía y Director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia.
No se imagina lo mal que me siento el ser primero en comentar y no tener mucho conocimiento al respecto.
Entiendo que esto no es más que un odio mutuo y ancestral que les lleva a tener fuertes anhelos de ver humillado al otro. Lamentablemente todo esto lleva a muertes masivas, eso es lo que realmente importa.
Los idealismos son perversos y cancerosos, nos llevan, como usted bien dice, a llegar al fin sin mirar como.
Sabe?, creo que no me siento tan mal después de todo... Mientras menos conozco, menos pienso.
saludos!
Como siempre, un placer pasar por aquí y pensar no solo sobre lo que publicas sino de disfrutar tu foto... jejeje
Saludos.
Una vez mas se puede comprobar que la falta de amor, el egoismo, soberbia, la ambicion de poder y el fanatismo de unos pocos puede llevarnos a todos a la destruccion total, si es que no hacemos "algo" para cambiar nuestro entorno. Es por eso que tengo una propuesta que hacerles, te invito a pasar por alli para que la respondas.
Un abrazo,
Aclaramelo por favor porque ando medio confundida con esa persona que te pidio que lo elimines de tu lista...
Besitos
Es tonto seguir diciendo y diciendo...solo hay una palabra y esa es Paz
un saludo de marvision
Saludos, interesante escrito. Muy Explicito. Me gusta estar por aquí.
Ahora hagamos la multiplicación de esa negación, pero por un pueblo, por dos.
En el conflicto Israel/Palestino es difícil localizar un culpable. El objetivo es lo único evidente. Los medios lo más aterrador.
Un hombre sin tierra no es nadie. Pero un hombre sin vida es aun menos.
Sobre el tema, mas no he de opinar, pue slo desconosco...
Abrazos mil
Doso
No hay mucho más que yo pueda agregar.
Saludos.
Se trata de la no aceptación del otro, de negar el derecho de existir de quienes no piensan como tú.
(Ojo, uso el "tú" y el "otro" sin señalar a nadie, solo es una diferenciación).
Amigo, excelente post, con una clara solución a un conflicto en el cual nadie quiere soluciones, sino exterminio del contrario.
Tambien quiero que sepas que esperare tus comentarios aunque no desees participar con tus escritos.
Cariños
Tienes una linda casa, volvere
Jorge Drexler, y su Milonga del Moro Judío, una de mis canciones favoritas:
Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.
estribillo:
Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé que Dios es el mío
ni cuales son mis hermanos.
No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.
estribilllo…
Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.
estribillo...
cariños
Alexis Coald
Muchos abrazos Dulzor!!!
http://electronicintifada.net/v2/article5400.shtml
fotos satelitales, demuestran el antes y el despues en ciudades, aueropuertos, etc.
Saludos,
bitacoreta.org
Por cierto no entendí mucho lo de los correos, pero por si acaso no me saques de tu lista. Un abrazo. Y como dices tú volveré si usted me lo permite.
<< Home