marzo 17, 2008

 

Un poco más...


The man I love

Boy's Choir




El mar





 

Lilies - Les Feluettes 1996






 

Lo que puede ocurrir en un cine


febrero 23, 2007

 

Increíblemente duro, pero completamente cierto.

A quién no le ha sucedido alguna vez?


noviembre 04, 2006

 

Siempre existe la magia entre tú y yo.





octubre 29, 2006

 

"Gigni de nihilo nihil, in nihilum nil posee reverti"



El viernes pasado, encontré un sobre con la nota donde se me pedía abrirlo el día de hoy. La letra la reconocí, era de mi secretaria. Pensé cualquier cosa, pero al abrirlo y leerlo me ha parecido tan jocoso y, además, ya era hora en ponerme al día con ésta página.

Me encontré, nada más y nada menos que con una carta astral.


No me puedo quejar de mi secretaria, siempre he sabido su vena policial y, me imagino que mi madre tiene que ver algo en ello, supo la hora de mi nacimiento. Dato que realmente yo no sabía. Entre otras cosas me enteré que soy ascendente Capricornio. Lo de Escorpio no era una novedad para mí.

Sobre el tema conozco alguna que otra cosa, me llama la atención, sobre todo, los mitos y las historias. Venir, de dónde vengo, tiene sus pros y sus contras. Es sabido que los sumerios eran increíbles astrónomos y por ese camino va mi curiosidad. Digamos que es mi lado científico, pero al saber que la astronomía y la matemática van de la mano…, preferí otros rumbos. La matemática y la física nunca fueron mi fuerte, para eso estaba mi hermana mayor. Por eso me hice abogado, dejando a mis hermanos el camino de las cuatro reglas, raíces cuadradas, ecuaciones de no-sé-qué grado, logaritmos y todas esas cosas que me siento completamente negado.

CARTA ASTRAL DE OCTAVIO


La astrología, la astronomía, el horóscopo. Dónde el conocimiento mágico se viste de ciencia? Dónde el mito es historia? Esa fue la cultura ociosa que llenó parte de mi vida académica, pero hasta allí. Jamás me ha dado por ser un fiel seguidor del horóscopo, de lo esotérico y todo lo demás.

Lo divertido de todo esto ha sido la reacción de “Mi niño grande”, se ha leído el fulano informe y se ha estado burlando de mí, todo el día. Es bien sabido que los que viven con uno nos conocen más que nosotros mismos y, supuestamente, en algunas cosas estoy retratado. Para ser sincero, no creo que nuestra vida sea manejada por los astros, más sin embargo, me hace gracia las cosas que, supuestamente, soy.

Y Ustedes, qué opinan del horóscopo.

Hoy cumplo 34 años.

“Gigni de nihilo nihil, in nihilum nil posse reverti” Nada se engendra de la nada, nada puede volver a la nada.

Eso espero.

septiembre 12, 2006

 

"Audentes fortuna iuvat", La fortuna sonríe a los osados. Virgilio, La Eneida.



043



“Los gay son promiscuos por naturaleza y no pueden hacer relaciones estables”, “El ser gay es demasiado pasional y por eso se obsesiona y vive lleno de celos que hacen fracasar sus relaciones”, “el gay está condenado a quedarse solo y viejo”, “los gays no son capaces de relaciones honestas” y “en este medio todos engañan”. ¿Conocen esas expresiones?

Los hombres gay efectivamente, tenemos más parejas sexuales en promedio que el más presumido conquistador heterosexual pero eso no significa que sólo tengamos relaciones desprovistas de afecto o sentimiento y tampoco significa que no podamos tener relaciones profundas, prolongadas o basadas en la honestidad. Lo único que significa, es que no podemos calcar el modelo heterosexual a las relaciones homosexuales, sobre todo las masculinas, a menos que queramos garantizar nuestra insatisfacción.

La pareja gay es una reinvención moderna, sobre todo urbana. Por eso, no hay modelos establecidos para ella, lo que nos da una gran libertad, pero puede enfrentarnos a nuestro miedo a tener que crear. Entonces, algunos tratan de ajustarse a los modelos ya conocidos de pareja hombre y mujer, donde, según el modelo vigente, aunque ya muy cuestionado, uno toma el control y la otra obedece. Uno hace la vida social y la otra la vida de la casa, uno tiene derecho a la vida sexual fuera de la pareja y la otra se mantiene monógama: uno penetra y la otra recibe. Este es el modelo heterosexual basado en el machismo, que sin embargo, vemos reproducido a nivel de caricatura en relaciones entre hombres donde una de las primeras preguntas sigue siento: ¿eres activo o pasivo?

Para dos hombres que han sido igualmente educados para mandar, para conquistar sexualmente y para hacer vida social activa, el modelo anterior no es útil, sobre todo si viven en una sociedad donde el cuerpo se ha convertido en una mercancía más, que puede hacerse más atractiva a través del gimnasio, y donde la enseñanza social es que cada vez tenemos más derecho a usar nuestro cuerpo como queramos y que la homosexualidad ya no es un “pecado” ni una “enfermedad” sino una “condición humana” que puede ser integrada en la sociedad, incluso, a través de la comercialización como lo muestran discos, bares y espacios completamente gays. Todo esto, rodeado por el tema del sida, que afecta principalmente a los hombres que tenemos sexo con hombres, en nuestra sociedad.

Una pareja no se da en el aire, ni aislada del mundo real. La pareja gay tiene que superar, en principio, la Homofobia internalizada de cada uno de sus integrantes. También hay que tomar en cuenta, entre los enemigos de la pareja gay, a la familia que piensa que “en realidad mi hijo no es homosexual, pero su amigo lo sedujo” y por eso harán lo posible para separarles, creyendo que así regresaran a lo “normal”. Tampoco podemos menospreciar a los “amigos” gays, celosos o envidiosos de la pareja que tratarán de separarla para hacer cumplir la profecía homofóbica de que “entre las locas nadie es fiel” y “nadie dura”.

Establecido de esta manera el marco en que se desarrolla una pareja gay urbana, podemos decir varias cosas: una es que la sexualidad con múltiple parejas si juega un papel muy importante en la relación homosexual masculina, pero eso no es un asunto de “perversión homosexual”, sino resultado de una conjugación de características de genero masculina y de acomodos personales para sobrevivir. Veamos: los hombres, en general, aprendemos a separar el sexo de los afectos, y podemos tener sexo sin sentirnos enamorados y sin mayor trámite que reconocer el deseo y encontrar una pareja que nos permita desfogarlo, sin tener que hacernos promesas de amor eterno, eso hace que sea relativamente fácil involucrarnos en actividades sexuales de “Aventura” sin sentir comprometidas las relaciones que consideramos importantes. En el mundo femenino, esto sería casi imposible. La mayoría de mis amigas jamás van a la cama con un chico sin sentir “algo” por él y aquellas que viven abiertamente su sexualidad son tomadas como “ligeras”. Eso sin tomar en cuenta el dedo acusador de toda la sociedad y el peso que ello implica. Sor Juana de la Cruz, ataca de nuevo.

Además de lo anterior, un hombre que desea a otros hombres, pero ha aprendido que este deseo no tiene derecho a manifestarse socialmente, tratará de hacerlo en espacios y situaciones donde no tenga que involucrarse a grado tal que ponga en riesgo su status social. Por eso, para muchos hombres los cuartos oscuros, los baños de vapor y ahora, algunos gimnasios, son espacios muy útiles que permite aflorar su deseo con poco riesgo para su “identidad social”. Si no reconocemos este hecho, seguiremos pensando en la “promiscuidad gay” como una expresión de una falla de personalidad, y no como un ajuste creativo que una persona puede hacer para sobrevivir de mejor manera en esta sociedad que les rechaza solo por ser como es.

Aunque aparearse con una mujer, para tener hijos es un mecanismo básico para la sobrevivencia de la especie (y esto lo han hecho muchos hombres que han amado otros hombres en la historia), vivir en pareja monogámica, no es algo dado en nuestros genes, sino una “invención” reciente de la historia de la especie. Durante miles de años, los matrimonios eran colectivos y los hijos eran cuidados por todo el grupo social sin importar quien era su padre.

Más aún, la idea de que una persona debe casarse y vivir toda la vida junto a aquella persona que le despierta su pasión amorosa es tan nueva en la historia de la humanidad que hace unos 4 siglos para la iglesia católica, el marido que amaba “excesivamente” a su mujer cometía adulterio, porque el objeto del matrimonio era tener hijos. Esta “novedad” de la pareja explica porque, pasar del “enamoramiento” a formar parejas para toda la vida, es difícil, aún para los heterosexuales.

Desde los estudios sobre la Homosexualidad de los años 60´s del siglo pasado, se demostró que los hombres gays que viven emparejados, son los que tienen mayor cantidad de vida entre todos los homosexuales. Por eso, es necesario y posible pensar en construir relaciones de pareja Gay estables aunque no exista una receta mágica, pues cada persona y cada pareja es diferente.

Lo más importante al respecto, amigos, es que recuerden que la “Relación de pareja” es una relación interdependiente por esencia y como tal, solo puede darse entre dos personas independientes, que se comprometen una con la otra y que asumen que este compromiso significa renunciar a algunas situaciones que viven cuando están solas, en aras de construir juntos un proyecto de vida.



A Javier, Ameen y, sobre todo, a mi niño grande.

NOTA:Lo novato se paga, siempre.

Amigo “El Joker”:

Gracias por hacerme notar mi error. Podría argumentar tantas cosas pero sólo sería justificarme y no es la idea. En cualquier caso no volveré hacerlo, yo más que nadie debería evitar ello. Y ya se ha visto, nadie es perfecto.

Vuelva, Usted sabe que esa es SU casa.

Octavio.

Ésta es la página: http://www.anodis.com/nota/6241.asp



septiembre 05, 2006

 

Él y Él, tan sólo ellos. A veces, somos nosotros.


agosto 25, 2006

 

GRACIAS, TODA MI ETERNA GRATITUD.

Menos mal que, además, de las guerras y de las hambrunas, además de criminales y fanáticos, existen también libros en el mundo. Decía Camus que la literatura era la mejor arma que tenemos los humanos para comunicarnos y para luchar contra el horror y el caos. Pienso en sus palabras estos días, mientras sopeso el horror de los últimos acontecimientos del mundo. Y recuerdo a John Clyn, aquel humilde monje irlandés que en 1348, durante la Gran Peste que aniquiló en menos de un año a la mitad de la población europea, vio morir uno tras otro a todos sus hermanos de congregación. Antes de caer él también victima de la enfermedad bubónica, Clyn escribió con todo cuidado el relato de lo sucedido y dejó al final espacio en blanco en su pergamino para que otras manos pudieran continuar su trabajo, “si alguien de la estirpe de Adán sobrevive a esta pestilencia…”. Cuanta esperanza se necesita para hacer algo así en un momento en que parece que el mundo se acaba. Con similar empuje, la pequeña Anna Frank escribía su diario frente otro Apocalipsis provocado por Hitler. Y lo cierto es que, de algún modo, Clyn y Anna vencieron la peste y a los nazis. Cada vez que leemos sus textos o les recordamos, encendemos una vela contra la oscuridad.

Me es inevitable no pensar en Hanan Al Shaykn, Amin Maalouf, Kikhael Nalmy, Ameen Rihani, todos ellos libaneses y, del más famoso de todos ellos, Khalil Gibran. Sobran los motivos y los por qués.

Lectores y escritores (que a su vez también son lectores) formamos una larga cadena a través del tiempo y del espacio, y nos vamos pasando de mano en mano esas pequeñas llamas temblorosas que al final terminan iluminando el mundo. Leer y escribir son actos de reafirmación de la vida. Se trata de un logro colectivo, porque individualmente somos poca cosa.

Recientemente, y de la mano de una colega de la universidad, llegó a mis manos un libro de Clara Obligado, “¿De qué se ríe la Gioconda?”, en su interesante texto encontré algo que me inquietó. Ella escribe que, si leemos un libro a la semana desde los 10 años hasta los 80, al final sólo habremos leído unos 3600. ¡Qué pocos! Así que redoblo el ritmo de mis lecturas, cumpliendo compasión la cuota que me corresponde como eslabón de esta cadena de palabras. Y por otro lado, y a la luz de estas cifras tan exiguas, ¡qué suerte increíble y qué privilegio que haya personas que me leen lo que torpemente escribo en ésta pequeña sala!

A todos y cada uno de Ustedes, muchas gracias!!!

agosto 08, 2006

 

Los delirios militares de Oriente Próximo.


Correr bajo las alarmas.

La paradoja de la actual violencia en Israel, Gaza y Líbano es que la salida para el conflicto palestino-israelí no es difícil de ver. La gran mayoría de los israelíes y los palestinos se muestran partidarios de una solución de dos Estados que básicamente mantengan las fronteras anteriores a 1967. Los principales países árabes, incluso Egipto y Arabia Saudi, comparten dicha opinión. El problema no radica en ver el fin, sino llegar a él, porque minorías poderosas y violentas de ambos bandos se oponen a la solución respaldada por la mayoría. Puede que hasta tres cuartas partes de los israelíes y de los palestinos estén ansiosas de paz y de acuerdo, mientras que una cuarta parte de cada bando –a menudo movida por un celo religioso extremo- desea una victoria total sobre el otro. Los palestinos radicales quieren destruir a Israel, mientras que los israelíes radicales exigen el control de toda Cisjordania. Cuando la paz parece cercana, los extremistas de uno u otro bando provocan un estallido para desbaratarla, y hacen que los moderados parezcan débiles, ingenuos e idealistas.

En un entorno tan letal como éste, los detalles y el simbolismo de un posible acuerdo están abocados a adquirir una importancia enorme. Israelíes y palestinos estuvieron a punto de alcanzar un acuerdo de “tierra a cambio de paz” en el contexto del proceso de paz de Oslo. Ambos respaldaron algo parecido a las fronteras anteriores a 1967, pero el acuerdo no llegó a alcanzarse, y cada parte acusó de intransigencia a la otra en uno u otro punto. Ese acuerdo puede alcanzarse ahora, pero evitando el debate inútil sobre quien ha bloqueado la paz en el pasado. Una idea del teórico Tom Schelling, premio Nobel de Economía, resulta especialmente válida en este contexto. Schelling determinó la importancia práctica allá de establecer un “punto focal” de negociación como forma de que los negociadores a punto de alcanzar un acuerdo avancen. Las fronteras anteriores a 1967, ampliamente reconocidas en numerosas resoluciones de Naciones Unidas, son un punto focal inevitable en el conflicto palestino-israelí. Ambos bandos deberían en principio aceptar las fronteras anteriores a 1967, y después intercambiar pequeños trozos de tierra y definiciones de control (sobre todo en lo tocante a Jerusalén) mediante desvíos ligeros y mutuamente convenientes de las fronteras de 1967.

La tragedia hoy en día es que estamos apartando de este posible acuerdo. Israel está con razón indignado por el secuestro de sus soldados a manos de insurrectos respaldados por Hamás en Gaza y por fuerzas de Hezbolá en el sur de Líbano, pero su respuesta masiva y desproporcionada le hace el juego a los extremistas. Y Estados Unidos tampoco está desempeñando una función estabilizadora. También está favoreciendo las intenciones de los extremistas al luchar contra el terrorismo con medios militares y no políticos. Al igual que en Irak fue una respuesta equivocada a la amenaza de Al Qaeda, la luz verde dada por el gobierno de Bush a los ataques militares de Israel contra Gaza y Líbano no ofrece una solución real. Estados Unidos y otras partes poderosas ajenas al conflicto deberían esta presionando a amos bandos para que acepten la solución del punto focal, en lugar de sentarse de brazos cruzados mientras la violencia se descontrola.

La ideología más poderosa del mundo actual es la autodeterminación. Mientras no haya un Estado palestino y un Irak libre de la ocupación estadounidense, los extremistas islámicos seguirán ganando adeptos. Las represalias militares inflarán aún más sus filas, y mientras no se solucionen los agravios políticos, la expansión de la democracia no cambiará esa ecuación, porque los extremistas ganarán en las urnas. En resumen, debería lucharse contra amenazas terroristas concretas mediante operaciones contraterroristas con blancos precisos, y los moderados deberían debilitar el extremismo con políticas de transigencia y no con los delirios de victoria militar, falsos y peligrosos.

Jeffrey Sachs es profesor de economía y Director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia.


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